CICLOTURISMO A GUADALUPE POR EL CAMINO REAL

En esta ocasión, vamos a viajar al Monasterio de Guadalupe, en Cáceres. Se trata del segundo destino de peregrinación más importante de Europa, después de Santiago de Compostela.

Iniciado en el S XIV, el conjunto monástico que ahora vemos es Patrimonio de la Humanidad, y uno de los monumentos más impresionantes de España.

He elegido el denominado Camino Real, que es que se utilizó por Isabel la Católica en sus 16 visitas al Monasterio, además de por personajes célebres, como Hernán Cortés, Carlos I , Santa Teresa de Jesús y Miguel de Cervantes, por citar sólo algunos.

Para documentar el paso por el Camino, la Asociación Fray Hernando de Talavera proporciona un pasaporte que debemos sellar en las localidades de paso. Finalmente, al llegar al Monasterio, obtenemos la Guadalupense. Se trata de un documento que has completado el recorrido por motivos religiosos. Vamos allá.

El punto seleccionado para iniciarlo es Torrijos. Se trata de una localidad muy bien comunicada con Madrid, tanto con autobús como con ferrocarril, con la particularidad de que en éste último se puede viajar con la bicicleta sin desmontar. Un indicador nos informa que estamos a 170km de Guadalupe por el Camino Real.

La salida es un tanto confusa, algo común en todas las poblaciones. Las señales se pierden a la entrada de la ciudad, y no se recuperan hasta que ya hemos ganado la salida, en dirección Oeste.

El terreno es llano y arenoso, con un perfil plano en su mayoría. Nos encontramos en la confluencia de los valles del Tajo y del Alberche. El Tajo nos acompañará buena parte de la jornada, con lo que tenemos asegurado un plácido rodar. Diversos campos de cultivo y extensos olivares amenizan un recorrido por lo demás muy monótono.

Pequeñas poblaciones se van sucediendo: Gerindote, Carmena, La Mata, Erustes, Cebolla, Montearagón, nos salen al paso sin nada que llame la atención, con lo que el recorrido por éste tramo se hace muy rápido.

La ruta sigue el curso del Tajo, que nos acompañará hasta Talavera de la Reina. A la derecha, la mole granítica de Gredos nos vigila a lo lejos. Algunos tramos del Camino coinciden con el trazado oficial del Camino Natural del Tajo, con su señalización característica.

Entramos en Talavera de la Reina por un agradable carril bici, paralelo a la NV. La cerámica está omnipresente en toda la ciudad.

        

Atravesamos los Jardines del Prado, junto a la Basílica de Nuestra Señora del Prado, que expone en una de sus fachadas fragmentos de otros edificios de Talavera con un azulejo que indica su procedencia.

Sin más distracciones, volvemos a retomar el Camino Real hasta Calera y Chozas, localidad donde finaliza  la Vía verde de la Jara, ahora cortada por un desprendimiento de rocas. Una pena, porque eso trastoca la última parte de la ruta, previsto por esta Vía Verde.

No hay cambios en el paisaje ni en el perfil hasta el fin de la etapa de hoy, que finaliza en Oropesa.

Situada en la comarca Natural llamada La Campana de Oropesa, la ciudad de Oropesa ofrece al viajero un conjunto histórico muy bien conservado, con calles de trazado medieval donde pasear con calma después de una jornada de ruta. Sus dos castillos, el Palacio de los Condes de Oropesa, hoy Parador Nacional, junto con algunos otros palacios e iglesias, plazas y callejuelas, nos trasladan a otros tiempos en que la vida transcurría a otro ritmo.

   

Bien de mañana, me encamino hacia la segunda jornada, etapa Reina de éste recorrido. Por la Ermita de la Virgen de Peñitas, patrona de Oropesa, me encamino hacia una extensa zona de dehesas. Es éste uno de los puntos de más belleza del Camino, solitario como pocos, con encinas y alcornoques salpicando el paisaje, que en ésta época está recubierto de un verde intenso por las últimas lluvias.

Poco después, se presenta ante nuestros ojos la población de Puente del Arzobispo, que junto con Talavera, ostenta la capitalidad de la cerámica. La técnica de la cerámica de estas dos poblaciones ha sido declaradas por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Merece la pena un paseo tranquilo por sus calles y plazas, disfrutando del arte de la cerámica que está por cada rincón. Un verdadero lujo al alcance de cualquiera.

Por el Puente que da nombre a la población continuamos la ruta. Es éste un puente de once ojos sobre el Tajo, construido en el S XIV. Todavía hoy es el único puente para acceder al casco urbano. Se construyó en granito y su calzada sólo permite el paso de un vehículo, por lo que el tráfico se regula con un semáforo. Curiosa circunstancia.

A partir de aquí serán pocas las poblaciones que atravesemos hasta Guadalupe. Una de ellas, la más importante es Villar del Pedroso, que conserva una tradición del S XVIII, llamada Carnaval de Ánimas, declarada de interés turístico regional. Un cuidado centro de interpretación te introduce en la celebración, explicada con detalle por la encargada del mismo.

Estamos entrando  en el Geoparque Villuercas Ibores Jara. Bosques de encinas, alcornoques, quejigos, y madroños nos acompañarán ya hasta el fin de la ruta, en un terreno montañoso de moderada dureza, pero que la falta de servicios harán este tramo de extrema dificultad. Sólo Carrascalejo y Navatrasierra serán los núcleos de población que atravesaremos en estas montañas.

Un ascenso suave nos lleva al Puerto de Arrebatacapas, el primero de los tres que hoy atravesaremos. Una deliciosa bajada nos introduce un profundo valle, del que inmediatamente saldremos por la subida más larga de la jornada. Podemos disfrutar de unas magníficas vistas de lo que acabamos de atravesar, con Arrebatacapas al fondo. La bajada ahora es interminable, rápida, parece hecha para disfrutar de la bicicleta. Algunos ciervos, gamos y fauna variada nos sale al paso en éste punto, obligando a extremar el cuidado.

De nuevo en el valle, un cruce de carreteras nos pone sobre la que ya sin demora nos llevará hasta nuestro destino. Un cartel nos avisa que estamos a 13 km de Guadalupe. Antes habrá que afrontar otro puerto, el último de la jornada. Arriba del puerto, la Ermita del Humilladero del S XV, nos indica que nos encontramos en un sitio de oración, donde los peregrinos veían por primera vez el Monasterio. Aquí trajo Cervantes sus cadenas como ofrenda después del cautiverio en Argel.

Merece la pena detenerse para admirar las vistas del paisaje, en el que destaca la mole del Monasterio sobresaliendo por encima del caserío de Guadalupe.

Un rápido descenso nos llevará sin demora hacia el destino del viaje y de la etapa. Un cartel a la entrada de la población nos informa que estamos en uno de los pueblos más bonitos de España. No le falta razón: la vista al llegar de la fachada principal del Monasterio es de las que no se olvidan.

El lugar, además de la visita a la Basílica, nos ofrece un museo magnífico, con obras de arte únicas y donaciones de todo tipo de algunos peregrinos ilustres. Entre los objetos, un manto de la Virgen de Guadalupe bordado por Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II.

En la plaza que precede a la Basílica, coronando una fuente, la antigua pila bautismal, relegada aquí en la desamortización de Mendizábal. En ella se bautizaron en 1496 dos indígenas americanos traídos por el almirante Colón.

La  hospedería del Monasterio permite alojarse a los peregrinos del S XXI en las dependencias del siglo XVI, que se articulan en torno a un claustro gótico también del S XVI. Todo un privilegio a un precio asequible.

     

En el tercer día del viaje es el momento de regresar. La ruta prevista es continuar por el Geoparque hasta el puerto de San Vicente, desde allí tomar la Vía Verde de la Jara, que en poco más de 50 km nos llevará a Calera y Chozas. El tramo es agradable, a ratos vamos paralelos al trazado oficial del Camino Natural Villuercas. El tráfico es escaso, y las formaciones de bosque bajo, encinas y algunos eucaliptos van pasando ante nosotros, haciendo del recorrido un gratificante paseo.

Al llegar al punto donde tomar la Vía Verde, un aviso indica que está prohibido transitar por la vía, a causa de un desprendimiento. No queda más solución que continuar por carretera. No hay mayor problema, ya que el tráfico es casi inexistente. A partir de Nava de Ricomalillo, cambiamos la CM-411 por la N502. Aquí el tráfico es un poco más intenso, pero es lo que hay. En poco más de 40 km, en una carretera con un perfil sinuoso, nos presentamos en Talavera de la Reina.

Aunque no estaba previsto así, el mal tiempo me persuade de regresar a Torrijos en tren. Esta circunstancia, unido a que el recorrido ya lo he hecho a la inversa, y que el tren te permite colocar la bici en el interior, inclinan la decisión a esta alternativa. En poco más de media hora estoy de nuevo en Torrijos, y en el vehículo particular de regreso a Cuenca.

 

Ha sido una experiencia muy gratificante, visitando uno de los centros de peregrinación más importantes de la Cristiandad. Su titular es Reina de la Hispanidad, Patrona de Extremadura, Patrona de México, de Filipinas y de las Américas.

 

Algunas consideraciones sobre este trazado del Camino de Guadalupe:

La señalización es buena en general, con monolitos de granito cada kilómetro, indicando la distancia al destino, y decorada con profusión de azulejos de Talavera. Además cuenta con balizas en los cruces y otros puntos verificando el camino. Se ha adoptado el color blanco para las flechas pintadas, a imagen de las amarillas del Camino de Santiago, aunque éstas no abundan demasiado.

    

La señalización en las poblaciones es escasa, insuficiente. Es necesario un track o seguir las indicaciones de los lugareños. Es éste un aspecto a mejorar.

En general los caminos están en buen estado. No obstante, si se recorre la ruta en bicicleta de cicloturismo, sólo son recomendables en las zonas llanas, o donde no hay una alternativa por carretera, por lo demás muy tranquilas en cuanto a tráfico. Para las zonas montañosas la carretera ofrece un perfil más cómodo, y un firme más ciclable. No tiene sentido ajustarse al camino pensado para los caminantes a pie, cuando al lado hay una carretera con  escasísimos automóviles.

 

Un recurso muy acertado es la habilitación de albergues en toda la ruta, que complementa la iniciativa de recuperación de los Caminos a Guadalupe, llevada a cabo por el empeño de los grupos de acción local.

Gracias a todos ellos y hasta la próxima.

 

Descarga de la ruta: https://es.wikiloc.com/rutas-cicloturismo/guadalupe-por-el-camino-real-89572128

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